Sabemos que un alto número de mujeres que tienen relaciones sexuales, son portadoras del virus del papiloma humano (HPV), el cual es responsable de la aparición de lesiones en el cuello uterino, que pueden dar lugar a la formación de un cáncer; por este motivo existe una gran preocupación por la detección y manejo temprano de dichas lesiones.
Gracias a la realización anual de la citología (Papanicolau) somos capaces de detectar lesiones en etapas tempranas, llamadas displasias leves o lesiones intraepiteliales de bajo grado.
Desde hace un tiempo se empezó a trabajar con el láser para el tratamiento de estas lesiones obteniendo buenos resultados de curación con mínimas molestias y sangrados para la paciente, facilitando además el posterior seguimiento de las mismas.
El cáncer de cérvix uterino es prevenible y curable si se detecta a tiempo. El control del Papanicolau y un manejo adecuado y temprano marca la diferencia.